domingo, 10 de marzo de 2013

DAME PAN Y LLÁMAME TONTO


Pan gore para zombies 
Obra de un estudiante de artes plásticas de Tailandia


Desde tiempos inmemorables se dice, que hay bebés que nacen con una barra de pan bajo el brazo, significa que nacen con suerte, con estrella, otros, deben conformarse con tener brazo... 

El pan es un producto comodín en nuestra alimentación, nos encanta con tomate y jamón, con aceite y perejil, con carne, verdura, pescado, pasta, legumbres, leche, etc. 

De pequeña, mi madre me mandaba a comprarlo y cuando la barra estaba todavía caliente, volvía a casa comiendo el coscurro. El panadero preguntaba: ¿de pistola? nunca entendí por qué se le llamaba algo tan feo al pan ¡ si ni siquiera se le parecía!
Hoy en día la variedad de nombres es muy extensa y particular; en el País Vasco, lo llaman cachete, en Madrid, cateto, en Asturias, preñao, en Cantabria, tostón, en Navarra, cabezón, en Cataluña, coca, en Murcia, sobao, en Zamora, enrollado, en Burgos, pánico, en Córdoba,  plasta...

Me pregunto en qué se basarían los panaderos para dar esos nombres y no entiendo el camino que me lleve a ellas aunque se me ocurre que los franceses si dieron un nombre acertado a su barra de pan, ellos sí, a esa barra de pan pequeña y de poca elaboración, que nos saca de apuros cuando tenemos el tiempo justo para comer, a esa barra estirada y larga que como su nombre indica, es para "baguetes".





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