En la vida existen dos tipos de personas, las que alguna vez han pisado una
mierda y las que no.
Es una situación brutalmente asquerosa.
Es una situación brutalmente asquerosa.
Una vez en el zoo de Buenos Aires, hubo una pelea entre líderes sindicales.
Un comisario, al haber perdido su pistola, lanzó su bota llena de mierda a los
enemigos y éstos desaparecieron cagando leches.
Al salir, indicó a los periodistas que “todo fue por pisar mierda” y éstos comenzaron a decir que pisar mierda era
algo bueno.
Si es así, podemos considerarnos unos afortunados. Caminamos por el
campo con chanclas, nos tumbamos por cualquier sitio y encima, una
gran mayoría tenemos pueblo, (superficie llena de mierda de todo tipo de animal, ya sean mamíferos, vivíparos, velociraptor ...)
Paseamos a nuestras mascotas para que hagan sus necesidades, y si
nadie nos mira, lo dejamos ahí, prescindiendo del contacto con la bolsa verde
de plástico y evitando el calor que desprende al rozarlo con los dedos de la
mano. Es abono o alguien lo pisará, es el destino, es algo bueno.
Llevar encima un trébol de 4 hojas, una herradura, un complemento de ropa
nuevo, tirar monedas a una fuente, frotar la joroba de un jorobado, cruzar los
dedos, tocar madera o llevar una pata de conejo, también son buen presagio,
aunque, si la suerte no está de nuestro lado por ser un gafe, un
soplagaitas y un cenizo, seguramente la tostada caerá por el lado de la
mantequilla, llegarás al teléfono justo a tiempo para oír como cuelgan y cuando
te enciendas un cigarro aparecerá el camarero con la comida.
Para encontrar un buen destino hay que ser audaz, aprovechar las
oportunidades, darse cuenta de las situaciones beneficiosas, ser prudente y
reflexionar antes de tomar una decisión importante, porque, en la vida las
oportunidades pasan rápido, si no corres ningún riesgo te apegas a lo conocido,
te lo piensas demasiado antes de actuar y es posible que cuando quieras
reaccionar… haya pasado tu momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario